martes, 17 de abril de 2018

armonía equilibrada en tu interior



Armonía interior, éxito y felicidad



La armonía interior es más el resultado espontáneo de una manera de vivir que un objetivo deseado y programado. Los ambiciosos de triunfos y los inconformes con su tedio buscan dinero, romance, amigos o grados académicos como estrategias o puentes para alcanzar el éxito o la felicidad que tanto ansían. La armonía interior, por el contrario, no debe perseguirse; quien persigue la armonía interior, se está alejando de ella.
La armonía interior, el éxito y la felicidad son cosas diferentes; la primera es la menos visible de las tres. Mientras que la armonía interior no puede cuantificarse, los ingredientes del éxito y la felicidad –las riquezas, las relaciones amorosas, las redes sociales, los estudios formales– son bastante medibles. También en la forma de actuar para permitir su manifestación, la armonía interior es bien distinta del éxito y de la felicidad.
La búsqueda de bienes, parejas, amistades o conocimientos involucran perseverancia y decisiones, y precisan de adquisiciones, comparaciones, conexiones o información. Todo esto demanda dedicación y paciencia. No es así con la armonía interior. Para su surgimiento, ésta requiere de una apertura pasiva en la cual lo que cuenta no es lo que hacemos sino lo que dejamos de hacer.
Las abstenciones requeridas son más fáciles de listar que de convertir en hábitos. Según el Buda, para que nos llegue la armonía interior, tenemos que suspender opiniones y juicios sesgados, evitar pensamientos y palabras perjudiciales, y abstenernos de actos y trabajos nocivos. Esta pasividad aplaca el fanatismo, las adicciones, los odios y la violencia; cuando ello ocurre se acaban la ansiedad, el estrés y el sufrimiento y florece por sí sola la armonía interior.
El éxito –en particular el éxito financiero– es evidente y medible; la felicidad, en cambio, es más difusa. La felicidad se encuentra entre el éxito y la armonía interior, más cercana de esta última. La felicidad y la armonía interior son ambos estados de bienestar que, no obstante su proximidad, no son palabras sinónimas. Aunque quienes disfrutan de armonía interior siempre son felices, no todo el que parece o dice ser feliz disfruta de armonía interior.
Según la Real Academia, la felicidad es un estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. La felicidad involucra satisfacción con nuestra situación; la armonía interior, por el contrario, demanda el desapego de todo. La felicidad conlleva la presencia explícita de la alegría; la armonía interior resulta de la ausencia de ansiedad, estrés o sufrimiento.
El número de investigaciones sobre la felicidad –qué es y cómo podemos alcanzarla– ha literalmente explotado en las décadas recientes. Como no hay centímetros ni gramos para medirla, los estudios del tema sólo pueden evaluar la felicidad a través de los indicadores sociales y psicológicos que son comúnmente asociados con ella.
Los datos obtenidos de millares de encuestados incluyen, entre otras medidas, la frecuencia del regocijo experimentado, la disponibilidad del apoyo de familiares y amigos, los ingresos promedios, la satisfacción de las necesidades básicas, el grado de salud y el acceso a asistencia médica, la confianza en las autoridades, y el clima de seguridad en el sitio de residencia. Estas variables son en general gratificaciones o beneficios tangibles que, sin embargo, tienen poca o ninguna relación con la armonía interior.
Por otra parte, los estudios sobre armonía interior son escasos, tal vez por su misma invisibilidad. Hay un repetido retruécano (esto es, la inversión en los términos de dos cláusulas para contrastar sus sentidos) que viene bien a nuestro tema: Éxito es tener lo que uno quiere; felicidad es querer lo que uno tiene. No siendo ni lo uno ni lo otro ¿cómo amarramos la armonía interior con este refrán?
A sabiendas de que la adición es forzada, cierro esta nota con mi propuesta: Armonía interior es la aceptación serena de lo que se tiene y de lo que se carece. La definición no es ni pegajosa ni nemotécnica; ( Def :  Técnica de aumentar la capacidad de retención de la memoria. )  distorsiona el flujo del adagio original y, como si fuera poco, a la mayoría de la gente no le gusta: “¿Conformarme con mis carencias? ¡Ni loco!”
Su aplicación, sin embargo, bien podría abrirnos el espacio para que la armonía interior toque a nuestra puerta y, sin invitarla, entre. De repente –¿por qué no?– detrás de ella se nos cuelan la felicidad y el éxito. Siempre habrá exitosos felices y felices que vivan armoniosamente.



Fdo Juan Barberá
"Prefiero hablar de ILUSIÓN y OPTIMISMO y dejar a LA ESPERANCITA  a un lado , ... que ya me jodió bastante."

sábado, 7 de abril de 2018

Respetate y te respetarán

“Un hombre tiene tantas caras como personas que le interesan. Generalmente demuestra la que cree más conveniente para los demás”
Durante mucho tiempo sentí la necesidad de llenar las expectativas de los demás. Había una diferencia entre lo que yo era y lo que creía que el mundo esperaba de mí. Con el tiempo y algunas malas experiencias, me di cuenta de que la presión me había convertido en un camaleón. El problema es que estaba perdiendo mi esencia a pesar de que muchas personas me recomendaban “sé tú mismo”.
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te está pasando ahora mismo? ¿De verdad crees que es más importante ser lo que esperan los demás que ser tú mismo? ¿Qué tan malo es ser tú mismo? Con el tiempo te sentirás mal, notarás que te has perdido. Así que cuando llegue este momento será necesario que frenes y te empieces a encontrar respuestas a las preguntas que te estás haciendo.

¿A quién deseas agradar?

¡Cuánto tiempo pasamos complaciendo a los demás! Seguro deseas que tus padres estén orgullosos de ti, que tu pareja apruebe lo que haces y que tus hijos te vean como un héroe. Esto está bien siempre que no busques la aprobación de las personas equivocadas.
Esto puede llevarte a olvidar quién eres, lo que deseas y tus opinionesCuando pasas tanto tiempo intentando agradar a los demás, olvidas lo que valesNo está mal desear que los demás te admiren siempre que no calles tu propia voz. No debes sacrificar tu esencia para dar gusto a las personas equivocadas. Sé tú mismo y procura agradarte a ti antes que a nadie. 

No vivas la vida de otros

La vida está llena de problemas y contratiempos que nos dificultan llegar a donde deseamos pero nadie puede vivir por nosotros. Al vivir rodeados de otras personas no es raro que aprendamos sobre sus anhelos, fracasos y sueños más añorados. Muchas veces intentamos satisfacer los deseos que otros no pudieron cumplir y nos perdemos en una espiral de complacencias.
Si tu madre quiso ser doctora y no pudo por sus condiciones particulares, no es tu deber cumplir ese sueño a menos que tú también lo desees. ¿Estás donde deseas? ¿Haces lo que amas? Si la respuesta es no, ¡CAMBIA! Sé tú mismo, no será fácil pero sí gratificante.

La verdadera felicidad se basa en respetar tu esencia

Para ser feliz en verdad debes ser honesto contigo, vivir tus propios sueños y sentirte orgulloso de lo que te hace único. Crecemos en un mundo lleno de estereotipos que te dicen que debes ser, lucir y vivir de una determinada forma.
El problema es que los estándares que nos marcan son poco realistas. Cuando aprendes a estar cómodo contigo mismo puedes descubrirte. Piensa que siempre habrá alguien más bello, inteligente, talentoso, fuerte o rico que tú. También hay personas menos afortunadas. En lugar de compararte con otros, revisa dentro de ti para encontrar tu verdadero potencial.

Vive la vida según tu visión

Deja de pensar en lo que deberías ser o hacer. Cada uno vive con su propio equipaje y este nunca es tan ligero como quisiéramos. Permite que la persona que eres salga, sé tu mismo y no te preocupes si los demás no te aceptan.
Las personas que te aman y que de verdad importan seguirán a tu lado sin importar tus defectos. El resto no te aceptará a pesar de tus intentos. Por esto es importante que conectes con tu autenticidad y compasión. Tampoco intentes cambiar a los demás solo para sentirte a gusto. Solo sé tu mismo.


“Lo realmente importante es luchar para vivir la vida, para sufrirla y para gozarla, perder con dignidad y atreverse de nuevo. La vida es maravillosa si no se le tiene miedo” ------------- CH. CH.

viernes, 6 de abril de 2018

Como alejarte de lo MEDIOCRE


“No cambies para agradar a la gente, sé tú mismo y la gente correcta te querrá”
Ser mediocre es una actitud y elección de vida. No es malo porque sea un defecto, lo es porque te permites lo mínimo aceptable. Eliges no hacer, no arriesgarte, no descubrir, no intentar, no equivocarte, no ver y no encontrar.
Una persona que se ha permitido permanecer en la mediocridad simplemente no alcanza su máximo potencial porque no se esfuerza más allá de su zona de confort.

Cuando eliges quedarte en la mediocridad también eliges ocultar tus habilidades, tus talentos y dejas ir muchas oportunidades. Aceptas el empleo que encuentras disponible aunque no cumpla tus expectativas. Tu relación de pareja se torna monótona y todo el potencial que tienes lo desaprovechas por comodidad…
Elegir quedarse en la mediocridad puede ser más fácil que salir e ir por lo que sueñas. Esto último conlleva un esfuerzo que no te dará resultados positivos de inmediato. Pero sabes qué, es mucho mejor salir y arriesgarse a tener una vida que no te satisface. Si estás decidido descubre algunas formas de combatir la mediocridad.

1. Fíjate una meta o sueño a alcanzar

Creo que cuando nos falta una sueño o meta que cumplir la mediocridad tiene el camino fácil para instalarse en nuestra vida. Por eso no hay mejor medicina que pensar en algo que quieras lograr y comenzar a trabajar en ello. Vale cualquier sueño, desde viajar a algún lugar remoto que te atraiga, hasta iniciar tu propio negocio. ¿Qué quieres hacer?
Si ahora no tienes un sueño y tampoco tienes ninguna idea, piensa en alguna actividad que te gustaría hacer. Una vez que encuentres tu sueño, la siguiente pregunta es si tienes el coraje de hacerlo realidad. La mediocridad te dirá que no lo puedes hacer, que es complicado o que te llevará mucho tiempo pero tú debes analizar si realmente es lo que quieres o no.
Si en verdad lo deseas, crea una ruta para lograr ese objetivo. Recuerda soñar en grande y lograrlo con pequeñas acciones. Un pequeño paso cada día es más efectivo que una gran acción cada mes.

2. Relaciónate con personas distintas que te inspiren

Si te relacionas con personas mediocres pensarás y actuarás igual que ellos. No me malinterpretes. No te estoy diciendo que termines con todas tus relaciones, pero sí que incluyas en tu vida a gente que te inspire.
Date la oportunidad de conocer e incluir en tu vida a gente que ha logrado aquello que deseas. Verás que poco a poco comienzas a cambiar tu forma de ver el mundo y aprender a ver opciones para alcanzar tus sueños.

3. No escuches a la mayoría

¿Te has dado cuenta que las personas que logran las metas más grandes son aquellas que se salieron de los patrones normales? Cuando sigues los mismos pasos que el resto no puedes esperar resultados distintos. Atrévete a tomar el camino menos transitado y que quizás tenga más contratiempos.
No verás resultados positivos de inmediato pero una vez que comienzan a aparecer, son increíbles. Prueba a hacer un cambio de mentalidad y no dejes que te gane el miedo cuando otros te digan que te vas a equivocar. Recuerda que cada uno debe seguir su propio camino.

4. Toma riesgos aunque te consideren loco

Una vida sin riesgos es muy aburrida y te hundirá en la mediocridad. Está bien concentrarse en ese trabajo que te da para pagar las cuentas cada mes, pero seguro que hay más cosas allá afuera.
Lo que debes evitar es escapar a cada situación que pueda salirse de tu control. Aprovecha cada instante que puedas para hacer algo nuevo.
¿Recuerdas que te hablaba de tener un sueño o meta? Bueno, seguro que en el proceso de lograr lo que te propones te encuentras personas que te dirán que es imposible. Sin importar la meta que sea, siempre habrá pesimistas o gente que por temor dejó ir sus sueños y ahora te tienta con lo mismo. No caigas en el juego. Incluso si te equivocas, es mejor haber probado algo nuevo que quedarse con la incertidumbre de lo que hubiera pasado.

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Durante mucho tiempo sentí la necesidad de llenar las expectativas de los demás. Había una diferencia entre lo que yo era y lo que creía que el mundo esperaba de mí. Con el tiempo y algunas malas experiencias, me di cuenta de que la presión me había convertido en un camaleón. El problema es que estaba perdiendo mi esencia a pesar de que muchas personas me recomendaban “sé tú mismo”.

No naciste para ser mediocre

Cada uno de nosotros tiene habilidades y cualidades únicas que pueden aportar mucho al mundo. Sin embargo, mucha gente se queda estancada con lo fácil y eligen no ir más allá.
No seas uno de ellos. Tú, al igual que el resto, viniste a este mundo a hacer algo especial. Quizás ahora no lo sabes o no te lo crees, pero es así. Solo necesitas encontrarlo para dar el siguiente paso.


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