domingo, 30 de abril de 2017

Cómo combatir el agotamiento emocional


El agotamiento emocional es una respuesta al estrés, un mecanismo de defensa extremo que nuestra mente pone en marcha cuando no puede asimilar las situaciones que está viviendo.
Un contexto de estrés laboral, personal o emocional es suficiente para desencadenar una respuesta de agotamiento emocional.
Este comparte algunos puntos con un trastorno depresivo, como los sentimientos de falta de motivación, apatía, tristeza, desánimo, baja autoestima y profunda desvalorización, pero se diferencia en que sus síntomas son evidentes a nivel físico.
El agotamiento emocional se traduce en un profundo cansancio que actúa como freno para la acción.
Esta es una forma que tiene nuestro cuerpo y nuestra mente de hacernos parar. Cuando conscientemente no somos capaces de tomar una decisión porque la duda o el miedo nos paralizan y la situación es ya insostenible, nuestro inconsciente toma las riendas.
Dentro de nosotros reside un fuerte instinto de autoprotección que se pone en marcha para protegernos de lo que nos daña.
Así, ante una situación que ya no podemos tolerar y que no somos capaces de afrontar para solucionarla, nuestro cuerpo y nuestra mente más profunda se alían para obligarnos a decidir.
Nos ponen en una tesitura en la que tendremos que decantarnos por nuestro bienestar y supervivencia.
Es entonces cuando se hace presente el agotamiento emocional, a modo de freno que nos obliga a parar, a pensar, a replantearnos nuestro presente y a decidir nuestro futuro.
Es importante comprender este punto, ya que una cura de descanso no es suficiente para terminar con el agotamiento emocional. Puede constituir un alivio momentáneo, pero no la solución definitiva.

Soluciones al agotamiento

Para combatir el agotamiento emocional es necesario encontrar las causas que nos han llevado a tal situación.
Un trabajo que no nos gusta, unas relaciones personales en las que no nos sentimos libres para comportarnos tal como somos o una gran cantidad de tensión acumulada a lo largo del tiempo pueden ser los detonantes de la situación en la que nos encontramos.
Localizar la causa y ponerle remedio es el único modo de superar un episodio de agotamiento emocional. Lo demás serán meros parches que, en todo caso, retrasarán la aparición de nuevos episodios.
Si el agotamiento emocional es muy agudo, una buena idea es acudir a un profesional.
Un psicólogo puede ayudarte a manejar todas esas emociones que te han dejado fuera de combate. Trabajarlas y hablarlas ayuda a ponerlas en el lugar que les corresponde y te permite pensar con claridad y lucidez para que puedas decidir lo que de verdad quieres hacer con tu vida.
Si estás comenzando a notar los síntomas de agotamiento emocional, no permitas que vayan a más. Tómate un descanso y pregúntate si estás donde quieres estar y si haces lo que de verdad quieres hacer.
Si tu trabajo o tus relaciones no te satisfacen, es momento de cambiar. Los cambios asustan pero, si lo piensas, es mucho más terrible auto condenarse a la infelicidad de manera consciente que luchar por algo mejor.
Todas las personas merecemos ser felices. El agotamiento emocional es una luz roja en nuestras vidas que nos indica que no vamos por el camino correcto, un semáforo que nos obliga a frenar en seco y que nos permite modificar el rumbo para llegar donde deseamos.
Más allá de una dura experiencia, puede convertirse en el impulso que necesitamos para decidirnos a hacer realidad nuestros sueños.
no todos vivimos las mismas experiencias 
J.B

viernes, 28 de abril de 2017

algúnas de las ESTUPIDECES que hacemos en las RRSS


Aunque en casi todas las redes sociales puedes hacer lo que quieras, hay cosas que definitivamente no debes publicar. ¡Descubre cuáles son!


Sin duda, nuestras redes sociales son muy importantes. A través de ellas podemos seguir en contacto con personas que hace tiempo no vemos, también compartimos con los demás nuestras experiencias y pensamientos. Desde viajes y fiestas hasta logros profesionales, reflexiones y nuestra situación sentimental.
Pero no todo es tan perfecto y maravilloso como parece en las redes sociales. Si no tienes cuidado, tus publicaciones pueden llegar a hacerte pasar un mal momento. Te INFORMO cuáles son los principales errores ( MEJOR DICHO , ESTUPIDECES ) que se cometen en las redes sociales para que no caigas en ellos. ¡Toma nota!
1. Ser poco profesional. Nunca reveles información confidencial de tu trabajo en las redes sociales, tampoco te quejes de tus jefes o de la empresa en la que estás, especialmente si tienes en Facebook a compañeros de tu trabajo, ¡podrías meterte en problemas!
2. Fotos inapropiadas. ¡El error más grande en redes sociales! Desde una/un selfie demasiado atrevida de la que podrías arrepentirte después hasta fotos en estado de ebriedad o en momentos inapropiados como un funeral, debes tener cuidado con las imágenes que muestras en tus perfiles. Antes de publicarlas, pregúntate si podrían tener consecuencias negativas para ti.
3. Ser intolerante. Se vale debatir y compartir en Twitter o Facebook tu opinión sobre temas políticos, religiosos, sexuales o sociales mientras lo hagas con respeto y aceptando las diferencias. Aunque no te parezca lo que publiquen tus contactos sobre ello, responde siempre sin ser ofensivo o agresivo.
4. Publicar algo sin estar seguro. A veces, queremos sacar nuestro lado activista o intelectual en nuestras redes pero terminamos haciendo el ridículo por no haber investigado un poco antes de postearlo. Te sugiero que te asegures que lo que vas a decir es cierto antes de afirmarlo, de lo contrario podrías terminar haciendo EL RIDICULO ( ...y esto es muuuuy habitual )
5. Discutir. Las peleas a través de tweets, comentarios en Facebook o en Instagram es otra de las cosas que no puedes hacer en tus redes sociales, difícilmente llegan a solucionar problemas. Al contrario, suelen complicar más las cosas, generar chismes, rumores o malos entendidos, especialmente si usas insultos y groserías. Te recomiendo resolver este tipo de conflictos de forma personal ¡y menos pública!
6. Mentir. Es fácil pero es arriesgado hacerlo a través de tus redes sociales, ya que en Internet siempre puede quedar evidencia de lo que has publicado. Si alguien descubre tu mentira y quiere hacerlo evidente, ten por seguro que muchos se enterarán.
OTROS DATOS DE INTERÉS ...... 
No publiques material ofensivo: Así que, si eres un gran cómico, antes de publicar tu mensaje piensa si tu comentario es entendible y apropiado para una audiencia mayor a tu grupo de amigos. Incluso comediantes profesionales han pisado en esta mina de vez en cuando. No todo tiene contenido gracioso. Toma tiempo en crear una buena reputación y segundos para derrumbarla.
Cuando tú no respondes. Tú debes interactuar. Recientemente, yo publiqué una pregunta en la página de Facebook de una compañía con respecto a una nueva sucursal. Ya han pasado semanas y todavía no he recibido una respuesta. ¿Cómo puedes aumentar tu audiencia si no cuidas a la audiencia que ya tienes? No tiene sentido no responder a tu público en redes sociales. Participa o quédate atrás.
( ...es decir "TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO " )
y ahora, a modo RESUMEN :
Nada de chismes: en algunos casos esto puede constituir hasta un delito.
Evitar las discusiones: las discusiones causan muy mala impresión, incluso pueden conducir al insulto.
No presumas: muchas personas pueden sentirse molestas si abusas del autobombo.
Evitar las trivialidades: algunas cosas resultan muy triviales y pueden aburrir. A nadie le importa saber que cenas cada noche.
Contar que detestas tu trabajo o a tu jefe: esto puede molestar a otros empleados y si es leído por tu jefe puede ocasionar hasta tu despido.
Insistencia en pedir favores: evita pedir continuamente un “Me Gusta” para tu contenido o página. 
( pesssssssssssssssssado )
Publicar fotos de niños: es normal que te sientas orgulloso de tus hijos o sobrinos, pero ten en cuenta que pueden ser vistos por secuestradores y otros individuos incluso peores.
Publicar fotos familiares: antes debes tener en cuenta si estarán de acuerdo todos los que aparecen en ellas.
Publicar actualizaciones insustanciales continuamente: hay quien te cuenta cuando espera en la parada, se sube al autobús, se baja del autobús…
( pesssssssssssssssssado )

Dar “Me Gusta” a tus publicaciones: a parte de que se ve mal es absurdo, si publicas algo es porque te gusta.

Compartir bulos: las redes sociales son muy empleadas para difundir noticias falsas y bulos. Si caes en la trampa, contribuyendo a su difusión, puedes transmitir virus o simplemente quedar en ridículo.

Publicar los juegos a los que estás jugando: aburrirás a mucha gente a la que no le interesan los juegos, además si juegas en horas de trabajo podría enterarse tu jefe o superior.

Hablar de tu economía: por muy bien que te vaya, evita hablar de tus finanzas personales. Los amigos de lo ajeno siempre están al acecho.

Contar lo mal que te va: si insistes en contar que tu vida es un desastre acabarás con la paciencia de muchas personas, ten en cuenta que a pocos les gusta escuchar a alguien que se queja continuamente.

Indicar tu ubicación continuamente: no publiques continuamente tu ubicación, esta información puede ser muy útil para los ladrones y otros desaprensivos.

Señalar que toda la familia se va de vacaciones: trata de publicar lo bien que lo pasasteis una vez de vuelta, si lo haces antes estarás diciendo que la vivienda familiar está vacía.

Publicar selfies poco apropiados: los selfies durante la fiesta de anoche eran muy graciosos pero tal vez hoy no lo sean tanto, piénsalo antes de publicarlos.

Publicar tu número de teléfono o dirección: si no facilitas esta información personal no tendrás que preocuparte de llamadas, correos y visitas indeseadas.

... es decir MUCHA ESTUPIDEZ , una tras otra.

jueves, 27 de abril de 2017

Ser de otro lugar - Emprender en otro lugar


You can also
Home is where the heart is.

...y miro hacia atrás y sé que apretujar nuestra vida en una maleta y mudarnos a otra ciudad fue una de las mejores decisiones que hemos tomado jamás. Porque cuando te marchas, cuando conviertes tu vida en viaje e incertidumbre, creces.
Te enfrentas a nuevos retos, descubres en ti facetas que desconocías, te sorprendes y te dejas sorprender por el mundo. Aprendes y amplías tus perspectivas. Desaprendes y, a base de algún golpe y unas cuantas lecciones, creces en humildad. Evolucionas. Añoras… y creas recuerdos que ya no te abandonarán. Si alguna vez has vivido o viajado durante una temporada lejos de casa, seguro que te sientes identificado con estas 17 CIRCUNSTANCIAS que cambian cuando vives en otra ciudad EN LA QUE HAS CRECIDO .

1. LA ADRENALINA NO TE ABANDONA.

Desde el momento en el que decides marcharte, tu vida se convierte en un vaivén de emociones, de lo inesperado, de aprendizaje e improvisación. Los sentidos nunca duermen, y durante un tiempo destierras la palabra rutina de tu vocabulario para dejar paso a la adrenalina. Nuevos lugares, nuevas costumbres, nuevos retos, nuevas personas… La sensación de comenzar de cero debería asustarte, pero resulta adictiva. 

2. PERO, A LA VUELTA… TODO SIGUE IGUAL.

Así que, cuando vuelves unos días al hogar, te sorprende que todo siga igual. Tu vida ha cambiado a un ritmo frenético, y llegas cargado de vivencias y con unos días de vacaciones por delante. Pero en casa todo transcurre a su ritmo habitual. Los demás siguen haciendo malabarismos con las obligaciones cotidianas, y comprendes… que la vida no se detiene para ti.

3. TE FALTAN, Y TE SOBRAN, LAS PALABRAS.

Cuando te preguntan cómo va todo, te cuesta encontrar palabras adecuadas. Luego, sin embargo, tienes que morderte la lengua porque a mitad de cada conversación te acuerdas de mil y una anécdotas y no quieres parecer pretencioso o agobiar a los demás con batallitas de «tu otro lugar».

4. COMPRENDES QUE LA VALENTÍA ESTÁ SOBREVALORADA.

Muchas personas te dirán que eres valiente, que también querrían marcharse, pero no se atreven. Y tú, aunque también tuviste miedo, sabes mejor que nunca que la valentía constituye, quizás, un 10% de las grandes decisiones. El 90% restante son las ganas. ¿Te apetece? Hazlo. Cuando damos el salto, ya no hay valientes ni cobardes: pase lo que pase, te enfrentas a ello.

5. Y, DE REPENTE, ERES MÁS LIBRE.

Es probable que seas tan libre como antes, pero la sensación de libertad, ahora, es distinta. Si has escapado de la comodidad y has logrado que todo funcione a cientos de kilómetros de tu hogar, sientes que puedes hacer cualquier cosa.

6. DEJAS DE HABLAR UN IDIOMA EN CONCRETO.

Unas veces se te escapa una palabra en otro idioma; otras solo se te ocurre una manera de describir algo… con aquella expresión perfecta que no está en el idioma adecuado. Cuando convives con una lengua, un idioma diferente, aprendes y desaprendes a la vez. Mientras interiorizas referentes culturales e insultos en tu segunda lengua, te sorprendes esforzándote en leer en tu lengua materna para que no se oxide.  """ Como cuando Homer fue a una cata de vinos y se le olvidó cómo conducir. """

7. APRENDES A DESPEDIRTE… Y A DISFRUTAR.

Pronto te das cuenta de que, ahora, muchas cosas y personas son de paso, y el valor de la mayoría de situaciones se relativiza. Perfeccionas el equilibro entre crear lazos ( #infinitamente )  y saber desprenderte de objetos y recuerdos: una lucha perpetua entre nostalgia y pragmatismo.

8. VIVES CON DOS DE TODO.

Con dos tarjetas SIM (una de ellas repleta de teléfonos de todos los rincones del mundo), con dos carnés de la biblioteca, con dos cuentas bancarias, con dos tipos de tarjetas sanitarias, ...... CON DOS DE TODO 

9. ¿NORMAL? ¿QUÉ ES NORMAL?

Vivir en otra ciudad, en otro pais, como viajar, te enseña que «normal» significa social o culturalmente aceptado. Así que, cuando te sumerges en otra cultura y en otra sociedad, tu concepto de normalidad se resquebraja. Aprendes que hay otras formas de hacer las cosas y, al cabo de un tiempo, tú también adoptas aquella costumbre antes impensable. También te conoces mejor a ti mismo, porque descubres cuáles son las cosas en las que de verdad crees y cuáles, en cambio, son aprendidas.

10. TE CONVIERTES EN UN TURISTA EN TU PROPIA CIUDAD.

Aquella atracción turística que tal vez no hubieras visitado en tu ciudad , en tu país, se suma a la lista de lugares que ver en tu nuevo hogar, y pronto te conviertes en un experto en la ciudad. Pero, cuando alguien viene de visita unos días y te pide recomendación, te cuesta escoger unas pocas actividades: si fuera por ti, ¡les recomendarías visitarlo todo!

11. APRENDES A SER PACIENTE Y A PEDIR AYUDA.

En otra ciudad, en otro país, la tarea más sencilla puede convertirse en un reto. Tramitar papeles, encontrar la palabra adecuada, saber qué autobús tomar. Siempre hay momentos de desesperación, pero pronto te armas con más paciencia de la que nunca tuviste, y aceptas que pedir ayuda (en el autobús, en la calle, a tus conocidos) no solo es inevitable, sino muy sano.

12. EL TIEMPO SE MIDE EN PEQUEÑOS MOMENTOS.

Como si mirases desde la ventanilla de un coche en marcha, a lo lejos el tiempo parece transcurrir muy lento, mientras que de cerca los detalles pasan a velocidad de vértigo. Desde la distancia, te llegan noticias de cómo sigue la vida en casa: cumpleaños, personas que se van, fechas señaladas que te perderás… En cambio, en tu nuevo hogar, el día a día va muy deprisa. El concepto de tiempo se deforma tanto que aprendes a medirlo en pequeños momentos, ya sea en un Skype con los de siempre o en una cerveza con los nuevos.

13. LA NOSTALGIA TE INVADE EN EL MOMENTO MÁS INESPERADO.

Un alimento, una canción, un olor. Cualquier pequeñez basta para que, de repente, te inunde la añoranza. Echas de menos detalles que nunca imaginaste (que levante la mano quien haya atesorado un bote de tomate frito como si fuese el Anillo único), y darías lo que fuera para poder transportarte, un instante, a aquel lugar. O para poder compartir la sensación con alguien que te entienda, que te comprenda…

14. PERO SABES QUE NO ES DÓNDE, SINO CUÁNDO Y CÓMO.

Aunque, en el fondo, sabes que no echas de menos un sitio, sino una extraña y mágica conjugación del lugar, el momento y las personas adecuadas. Aquel año en el que viajaste, compartiste tu vida con personas especiales, fuiste tan feliz. En cada lugar donde has vivido queda un pedacito de quien fuiste, pero a veces no basta con regresar a una ciudad para dejar de echarla de menos.

15. CAMBIAS.

Leerás a menudo que hay viajes que cambian la vida. Y, a pesar de los clichés, vivir en otra ciudad, en otro otro país es un viaje que te cambiará profundamente. Sacudirá tus raíces, tus certezas y tus miedos. Quizás no lo creas antes, o no te des cuenta durante. Pero algún día, lo verás con una claridad pasmosa. Has evolucionado, tienes cicatrices, has vivido. Has cambiado.

16. EL HOGAR CABE EN UNA MALETA.

Desde el momento en el que tu vida cabe en una maleta (o, si tienes suerte con tu aerolínea, en dos), lo que entendías por hogar deja de existir. Casi todo lo que puedes tocar con las manos es reemplazable; viajes adonde viajes, acumularás nueva ropa, nuevos libros, nuevas tazas. Pero llegará el día en el que, en tu nueva ciudad, te invada la sensación de estar en casa. El hogar es quien te acompaña, quien dejas atrás, son las calles donde transcurre tu vida. El hogar también son los objetos al azar que pueblan tu nuevo piso, aquellos de los que te desprenderás sin remordimientos cuando llegue el momento de marcharte. El hogar son los recuerdos, las conversaciones en la distancia con familia y amigos, un puñado de fotografías. Home is where the heart is.

17. Y… NO HAY VUELTA ATRÁS.

Ahora ya sabes lo que significa renunciar a la comodidad, comenzar desde el principio y maravillarte todos los días. Y el mundo es tan grande… ¿que cómo renunciar a seguir descubriéndolo? 

...y como suelo decir
ALGÚN DÍA, EN CUALQUIER LUGAR , " TE ENCONTRARÁS A TI MISMO"

miércoles, 26 de abril de 2017

Benditas Malditas REDES SOCIALES

El uso de redes sociales aporta mucha comodidad, 

pero también muchos peligros. 

Pon atención a lo que no deberías publicar.

El uso de las redes sociales poco a poco se ha vuelto un medio de comunicación necesario. La rapidez, efectividad y comodidad que representan ha dejado atrás a muchos medios tradicionales de comunicación.
Sin embargo, muchas personas han comenzado a utilizar sus diferentes redes sociales como si fueran diarios de vida, publicando todo lo que hacen, cada uno de los lugares a los que van y hasta fotografías de sus hijos pequeños, obviando que para sus contactos puede ser molesto y por otra parte muy peligroso.
Es por eso que te recomiendo que si no quieres poner en peligro a tus hijos o a ti mismo, no hagas las siguientes cosas:
1. Publicar fotografías comprometedoras
Es cierto que dentro de nuestros círculos cercanos debiéramos tener solo a personas de confianza, pero lamentablemente muchas veces las opciones de seguridad de las aplicaciones fallan y por “accidente” o "por gran desconocimiento del uso de las mismas" muestran lo que compartimos a personas que no conocemos.
Esto puede derivar en que otras personas utilicen ese material como propio, le hagan alteraciones con Photoshop o bien las utilicen para hacernos daño. Después de todo caras vemos, corazones no sabemos.
2. Publicar cada lugar que visitas
En mis redes sociales, me encuentro a diario con conocidos que gustan de utilizar el GPS para mostrar su ubicación. El problema es que si un ladrón llega a ver ese estado, puede saber que tiene fácil acceso a tu hogar.
3. Pelear con tu pareja
Ninguna pareja es perfecta, pero créeme que los problemas se pueden solucionar en casa y no mediante abrumadoras quejas de lo que el otro hace mal. Humillar a tu pareja públicamente está lejos de ser sano: ridiculiza, hiere y muestra al mundo los errores que tiene cada uno.
Si tienes problemas, lo mejor es recurrir a los métodos antiguos de comunicación: hablar cara a cara y solucionar los problemas dentro de cuatro paredes.
4. Aceptar a gente que no conoces
Conocer personas es siempre un placer, sin embargo comenzar a aceptar a personas que están al otro lado del mundo, cuyo idioma no entendemos o bien que nos damos cuenta que tienen “otro tipo de intenciones”, puede ser muy arriesgado, por lo que es mejor evitarlo.
Si realmente quieres aumentar tu listado de conocidos, comienza a salir más, haz actividades nuevas, pero no recurras a lo inmediato, puede ser muy peligroso.
Potencial exposición al bullying, ciberbullying o matonaje

Aún cuando muchas redes sociales han sido creadas para compartir información útil entre amigos, son muchos quienes pueden utilizarlas de manera opuesta y publicar información dañina o que hace burla de una persona.

Este tipo de acciones se conoce como “bullying” (si tienes más de un par de décadas de vida lo reconocerás simplemente como “matonaje”), y que debido al uso de las redes sociales ha sido apodado por muchos como ciberbullying. Afortunadamente, son muchas las redes sociales que han tomado las medidas para prevenir este tipo de situaciones y han creado herramientas para bloquear y denunciar este tipo de situaciones.

Ten en cuenta que el que tus hijos tengan perfiles en las redes sociales más populares no los convertirá en víctimas del bullying de manera inmediata. Sus experiencias en ellas podrían ser hasta ahora completamente positivas y placenteras, sin verse expuestos jamás a este tipo de situaciones. Sin embargo, nunca está de más el repasar con ellos lecciones importantes en caso de verse enfrentados a este problema.
Publicación de datos personales de manera desmedida
Uno de los beneficios de las redes sociales es que ayudan a personas, muchas veces separadas por la distancia, a conectarse con amigos y compartir información relevante con ellos. Sin embargo, la publicación de información personal o privada sin control puede atentar contra la seguridad personal de esa persona que los publica.

Dicho de otra manera, así como no es aconsejable compartir con extraños en la calle tu número de teléfono, dirección o lugar de estudio, tampoco es aconsejable hacerlo sin el control adecuado en redes sociales si van a estar expuestos a los ojos de millones de usuarios.

Para asegurarte de que compartes sólo con quienes te interesa, el primer paso que puedes dar es controlar tu privacidad en Facebook. Luego puedes crear listas de amigos en esta red para que solo las personas indicadas vean tus actualizaciones más privadas. Y si utilizas otras redes sociales populares, puedes seguir pasos similares para limitar la manera en que otros acceden a tu información.
Sé cuidadoso con los datos que entregas y confirma siempre que la persona con la que crees estar en contacto es realmente ella.
No permitas que la moda por usar diferentes redes sociales, arruine tus días; no te expongas, sé responsable y comienza a disfrutar más lejos de las pantallas. Después de todo, la vida es aquello que sucede mientras tú revisas las actualizaciones de tus “perfiles”.
TEN MUCHO CUIDADO

domingo, 23 de abril de 2017

NO digo todo lo que pienso SI pienso todo lo que digo


"El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice"

A veces expresar descarnadamente lo que sentimos ser honestos transparentes representa un desafío un riesgo un tsunami desvastador. Pero lo hacemos corremos el despiadado peligro y afrontamos las consecuencias. Al final quedamos con la tranquilidad del "deber cumplido" con la paz que otorga el verbo punzante y febril. Lo hemos dicho nos hemos desangrado ya no hay vuelta atrás y la felicidad de la osadía el alivio del desgarro final nos invade para siempre.
La sinceridad está sobrevalorada. Sí eso creo pues es una virtud que ha sido devaluada confundiéndola con algo así como “lo siento pero te lo tenía que decir es que yo soy muy sincero/a”.

Al trabajar en entornos laborales veo cómo esa falta de tacto (unido en ocasiones a la falta de habilidad para frenarlos de quien “sufre” estos comentarios) puede ser el inicio de grandes conflictos. Lo mismo ocurre en el ámbito familiar o de amistades.
Para entenderlo mejor vamos a diferenciar algunos conceptos:

Sincericidio
Sinceridad
Insinceridad

Seguramente conocerás a alguien (puede que seas tú mismo/a) que dice todo lo que piensa.
Para las psicólogas Silvia Guarnieri y Miriam Ortiz de Zárate la extrema sinceridad o “sincericidio” es la emisión espontánea y sin filtro de toda clase de juicios automáticos que se emiten si reflexión y sin revisión.Estos juicios que pueden no tener la intención de dañar acaban molestando a quien los recibe por ser en ocasiones desproporcionados o por ser innecesarios.
Si padeces sincericidio puede que te hayas dado cuenta de que algunas personas te evitan. Obviamente tú no entiendes nada “¡con lo que sincero y honesto que has sido siempre!”. No te preocupes tiene cura.
Según estas autoras la diferencia ente sinceridad y sincericidio reside en un correcto equilibrio entre las conversaciones públicas (las que tenemos con los otros) y las que tenemos con nosotros mismos/as.
Se hace por tanto importante tomar conciencia de la nuestras conversaciones privadas y trabajarlas antes de hacerlas públicas de forma que el efecto en las otras personas sea exactamente el deseado.
Y claro llegados a este punto imposible no acordarse de Aristóteles y de su Virtud algo así como un punto medio entre el exceso y el defecto. Ahí es donde para él estaría la felicidad y la excelencia.
La habilidad para sopesar de forma adecuada qué conversaciones debemos tener y qué conversaciones debemos guardar ahí estaría la virtud…Qué fácil suena ¿verdad?
Pues en el fondo no es tan difícil se trata de aprender.Ser sincero no es decir todo lo que se piensa sino no decir nunca lo contrario de los que se piensa” (André Maurois)

Un toque de humor a este post: 
“La sinceridad duele” ( o jode,...o molesta )

viernes, 21 de abril de 2017

NO - No puedes cambiar el pasado

... acepta que lo que has hecho en tu vida, simplemente ha ocurrido 

Dándole continuidad a esta serie de dos artículos sobre Cómo Olvidar El Pasado, esta vez quisiera mencionar algunas técnicas efectivas que a lo largo de varios años de estudio, ensayo y error he logrado adquirir.


Obviamente, no puedo dejar de dar crédito a muchos autores de los cuales he aprendido infinitamente y precisamente es por ellos que me encuentro en la posición que me encuentro, preparado (considero) para escribir algo como esto.

A continuación entonces, empezaré a postular las ideas que nos permitirán disminuir el impacto del pasado en nuestras vidas y eliminar todos aquellos elementos que pudiesen apretar los gatillos mentales que disparen esos recuerdos que indefectiblemente nos llevan a sentirnos mal.
Nuestra naturaleza, nos permite almacenar memorias de todo lo que vivimos día a día, con el objetivo de aprender y mejorarnos como especie, generación tras generación.
Si recordamos nuestro pasado en detalle, es precisamente, porque de alguna manera u otra, nuestro cuerpo viene programado genéticamente para ello. Y el hecho de que venga programado genéticamente, significa que la evolución misma de nuestra inteligencia se ha adaptado hasta llegar a lo que somos hoy, optimizando diversos factores cognitivos incluidos directamente en el aprendizaje y el desarrollo humano.
Con esto solamente quiero decir, que si te estás lamentando por contar con recuerdos del pasado que te afectan en demasía, que básicamente no es tu culpa. Que naciste programado para ello y que en vez de luchar directamente con tu genética, lo que vamos a hacer es ir de la mano con ella.
Es importante que comprendas esto, porque es lo que precisamente nos servirá a la hora de “hackear” nuestra vida y ahorrarnos varios pasos evolutivos, no sólo en cuestiones de olvidar el pasado, sino también en muchas otras ramas del desarrollo personal.
Ahora bien, vamos a tener en cuenta primero lo siguiente:

Tu Pasado No Es Culpa De Nadie

Como dije en el anterior articulo, la responsabilidad (palabra que considero mejor que “culpa”) por tu pasado, es completamente tuya. Incluso si otra persona lastimó tus sentimientos, es tu responsabilidad el haberse cruzado en su vida. En tus manos pudo estar hacer lo contrario en determinado instante.
No vale la pena buscar culpables por lo que ha ocurrido en tu pasadoNo los hay.
Considera como primer paso para olvidar el pasado, dejar de lado la idea de que la culpa es de otro. Cuando culpamos a los demás, lo que hacemos en realidad es buscar excusas para llenar el vacío que dejamos con nuestras decisiones que consideramos erróneas.
No creo (y sé que concuerdas conmigo al decir) que culpar a otro vaya a solucionar tus problemas. Realmente cuando culpas a otro, trasladas la responsabilidad a esa persona y te lavas las manos de algo que es completamente tu deber resolver.
Nadie va a venir y arreglar tu vida, eres tú quien debe hacerlo y si estás leyendo esto, es porque lo comprendes a la perfección.

No Puedes Hacer Nada Para Cambiarlo

Adicionalmente al hecho de que tu pasado no es culpa de nadie más, debes comprender que por más que llores, por más que te lamentes, por más que hables del tema, por más que te deprimas y pienses en cosas (en los casos más extremos) como quitarte la vida… etc, nada de esto te ayudará a cambiar el pasado.
NO PUEDES CAMBIAR EL PASADO.
Acepta que lo que has hecho en tu vida, simplemente ha ocurrido y no es posible cambiarlo ahora.
Tan difícil como suene, aceptar el hecho de que tu pasado forma parte de tu vida, es un factor importante que te llevará a superarlo.
La aceptación siempre es el primer paso para todo cambio. Ahora que sabes que tu pasado fue difícil y que todo estuvo basado en tus decisiones, puedes tomar mejores decisiones la próxima vez, y que tu pasado para ese futuro (es decir, el presente actual) sea más beneficioso.
Hagamos una analogía para que comprendas la manera como el pasado te afecta.
En una noche sin nubes, puedes sentarte tranquilamente y contemplar las estrellas. Esas estrellas parecen estar allí en este momento, sus ubicaciones, las figuras que forman y sus brillos se pueden ver ahora. Sin embargo, lo cierto es que por cuestiones físicas, la velocidad de la luz –al no ser infinita– tarda bastantes cientos de miles de años (e incluso millones de años) en llegar desde esas estrellas hasta la tierra.
Eso significa, que el brillo que producen las estrellas que vemos de noche, en realidad fue producido hace muchísimo tiempo, estas estrellas que vemos todas la noches brillaron en el pasado y quizás muchas de ellas no existan ahora, es posible que la forma del universo como lo vemos desde la tierra, haya cambiado completamente desde ese momento hasta ahora.
El pasado entonces, afecta nuestro presente. ES PARTE DE NUESTRO PRESENTE.
Pero en vez de lamentarnos por el hecho de que las estrellas muestren su brillo de hace muchos miles de años, lo que hacemos es admirar su belleza e incluso agradecer por ello.
Lo mismo debemos hacer con nuestro pasado. Sabemos que forma parte de nuestra vida y que posiblemente somos las personas que somos gracias a ese pasado, pero vivimos en el presente y podemos tomar lo mejor del pasado, apreciarlo y continuar con nuestras vidas.

Los Ganadores Hacen Las Cosas Diferentes

Recuerda que la definición de locura es: Hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes.
Si esperas que tu pasado deje de afectarte, pero sigues haciendo las mismas cosas que antes, una vez más caerás en la misma trampa y seguirás sintiéndote mal. A esto se le denomina una espiral emocional, una en la que el sufrimiento por lo regular nunca termina.
Y si a esto le agregamos la Ley de la Atracción, podrás darte cuenta fácilmente que llegar a ese extremo, es llegar a un punto de no-retorno.
Si quieres olvidar tu pasado, enfócate en cambiar tu presente y en hacer las cosas diferentes ahora mismo.

Deja De Sentirte Mal

Como bien sabes (y más si has leído algo de este blog) nuestras emociones y sentimientos que vienen desde lo más profundo del corazón, no son más que la interpretación cognitiva que le da nuestro cerebro con su conjunto de neuronas y conexiones cerebrales a las situaciones que ocurren.
Significa entonces, que así como una persona podría sentirse mal por algo, otra persona podría sentirse como el rey del mundo por el mismo hecho. Todo dependerá, no de la situación en sí, sino de la percepción que tengamos nosotros mismos de la misma.
Es decir que está completamente en nuestras manos decidir si nos vamos a sentir mal o no por algo que ha ocurrido. Y desde ahora puedes empezar a programar tu mente para no sentirte mal por tu pasado. Dejar conscientemente de sentirte mal por tu pasado es un gran paso a olvidarlo o dejarlo atrás. Y ten en cuenta que esto es perfectamente posible.
Para dejar de sentirte mal por tu pasado, considera (como veremos a continuación) que de todas las experiencias negativas algo bueno puedes obtener. Y que sin duda alguna, puedes perdonar y vivir en el presente.

Aprende De Tu Pasado

Al principio en vez de erradicar por completo nuestro pasado y luchar contra él, lo que haremos será ir de su mano.
En vez de lamentarnos y pensar en lo que pudo ser pero no fue, vamos a analizar la situación con cabeza fría y a determinar exactamente qué fue lo que nos faltó hacer para lograr que fuese distinto.
Vamos a tomar las situaciones en concreto desde un punto de vista objetivo. Y a ver de qué manera eso que vivimos ayer nos puede brindar beneficios hoy.
Si no te fue bien en tu pasado, es simplemente porque la vida te está dando la oportunidad de que aprendas una valiosa lección. Quizás esta lección puede ser, no tomar decisiones a la ligera, analizar las personas que te rodean antes de involucrarte sentimentalmente, pensar más y planear todo antes de actuar, e incluso lo contrario: actuar más y dejar de planear tanto… etc.
Sin importar cuál sea la lección, lo importante es que la busques, indefectiblemente la encontrarás.
No conozco tu historia, no sé quien eres, y la verdad, no tengo idea de tu pasado ni de como éste te afecta. Pero puedo decirte y por experiencia propia, que siempre que he vivido cosas difíciles, al final de la tormenta sale el sol y por lo regular este amanecer se encuentra lleno de aprendizajes que cultivan mi madurez.

Vive En El Presente

Esta es quizás una de las etapas más difíciles.
Muchas veces damos por sentado nuestro presente y consideramos que lo único que importa es el futuro y lo que hemos vivido en el pasado.
Es curioso, porque justamente se trata de todo lo contrario. Lo que más nos debería importar es el presente, posteriormente el futuro y finalmente el pasado.
El presente nos debe importar, porque es el momento de nuestras vidas en el que tenemos absolutamente todo el control y disposición para alterarlo de la manera que deseemos.
El futuro, porque es a donde queremos llegar en algún tiempo, pero al pensar en el futuro, seguiremos pensando en el presente para buscar maneras y caminos que nos permitan llegar allá desde aquí.
El pasado, nos debe importar no más de lo necesario, cuando hablamos de lo que podemos aprender de él y de la madurez que genera en nosotros como mejores personas.
Además, si tomas el control del presente en tu vida, en un futuro este presente del cual estás consciente, será tu pasado (por ejemplo para mañana, el día de hoy será parte del pasado). Así que, qué mejor que empezar a crear un mejor pasado para tu futuro presente 😀

Perdona

Si han habido personas que te han lastimado, recuerda que ha sido tu responsabilidad permitírselo. Sin embargo, esto no significa que no puedas perdonarlos.
Y en un nivel más avanzado, perdónate a ti mismo.
Sea como sea, no hacerlo te seguirá lastimando.
Está bien, fallaste. Cometiste errores, quizás fuiste una mala persona, es posible además que hayas afectado negativamente a otros… ¡Pero se trata de ti!
!Perdónate¡
Tienes una vida por delante (incluso si ya tienes 60 años) y muchas cosas más por experimentar. No dejes que el hecho egoísta de no perdonarte ni perdonar a los demás, te lleve al final de tus días con remordimientos y arrepentimientos.
La vida es realmente muy corta como para preocuparse tanto por el pasado y para no valorarse como ser humano. Ten en cuenta que eres un ser muy valioso, tanto para ti mismo como para muchas otras personas.
Vales la pena y lo que no vale la pena es que te lastimes más por aquellas difusas huellas que marcan el camino de donde provienes.

Busca Un Apoyo

Lo más posible es que tengas amigos o familiares dispuestos a escucharte o ayudarte. Incluso tu pareja (si la tienes) lo hará si te ama.
No importa lo que hayas hecho, lo que haya ocurrido, los errores cometidos… nadie es perfecto. Busca un soporte en los demás y haz que te escuchen, desahógate contándole a alguien cómo te sientes y hazlo en un lugar lejos de tu casa, cambia de ambiente cuando lo hagas, preferiblemente busca un lugar tranquilo.
Empieza a modificar tus hábitos y a ocupar tu tiempo con cosas que consideres más importantes, no dejes que tu pasado te detenga para lograr y conseguir tus sueños y metas. Nadie más puede arrebatarte tus sueños, nadie más que tú.
Recuerda, todo es mental. Si dejas que otros te impidan avanzar, es porque tú se los permites.
Haz que la gente a tu alrededor te sirva de apoyo para avanzar, pero también ayuda a quien lo necesite. Quizás no eres el único que tiene este tipo de problemas, quizás incluso la persona más cercana a ti, necesite de tu ayuda. No seas egoísta. Ayuda y déjate ayudar.

Adecúa Tu Entorno Para Olvidar

Muchas veces nuestro pasado está impreso en todo lo que vemos alrededor, quizás todo lo que nos rodee, tenga recuerdos sobre esas difíciles experiencias.
Sal de tu casa todo un día y cuando regreses, empieza a analizar cómo te hace sentir cada cosa que vez en tu cuarto, o en el lugar que pases más tiempo.
Muchas veces con cambiar las cosas de lugar, reorganizar todo, escuchar música diferente y modificar nuestro estado de ánimo percibido en el entorno, es más que suficiente para eliminar cualquier tipo de elemento que nos recuerde aquello que nos hace sentir mal.
Si logras perdonar y perdonarte, aprender de tu pasado, y comprendes que es tu responsabilidad cambiar tu vida desde ahora… y además de todo tu entorno te ayuda con este mismo hecho, tienes el éxito garantizado. 
En definitiva la idea es simplemente lograr una inercia favorable en todo cuánto te rodea, tus pensamientos, las personas y tus cosas. De tal manera que todo esté sintonizado en una frecuencia que te permita avanzar y lograr grandes cosas.
Recuerda que tienes el potencial de llegar mucho más lejos de lo que imaginas. Dentro de ti se encuentra un ser muy exitoso a punto de ser despertado y entrenado.

Busca Dispersión Y Descanso

Cuando estamos sumergidos dentro de una ola de negativismo y pesimismo por vivir en nuestro pasado, es posible que la depresión nos ataque todo el día y no nos deje pensar en otra cosa que no sea precisamente ese difícil pasado.
Busca divertirte, distraerte con cosas interesantes, sal a caminar (solo, o con amigos), cambia de ambiente, tómate una tarde para dedicarte a los videojuegos o juegos de mesa.
Sal con amigos o familiares que estén dispuestos a apoyarte y diles que quieres hacer cosas diferentes a las que haces normalmente para empezar a olvidarte del pasado.
No dejes de tener en cuenta que olvidar el pasado es perfectamente posible. Comprométete con este hecho y empieza desde que ya a cambiar todo cuanto sea necesario para lograrlo 🙂

bibliografia - emociones , lectura , vida ....
( evolucionar )

ÚLTIMAS NOTICIAS

¿Qué puedo hacer para adquirir CONSTANCIA y DISCIPLINA deportiva?

Seguro que a ti también te ha pasado, alguna vez que otra, que has querido tirar la toalla, creyendo que no podías tener constancia y conseg...