viernes, 19 de agosto de 2016

#IntimaMENTE con Juan Barberá :: Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante.

Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único. 

Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés, se hacen pequeñas. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro. No pierdas mucho tiempo pensando en el problema. Dedica toda tu energía en buscar soluciones.  

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
La crítica aislada debiera pasarse por alto; pero cuando procede de varias direcciones, tiempo es de darle atención. Como dijo alguien; “Si una persona te llama burro, no le hagas caso. Si dos personas te llaman burro, verifica si hay huellas de cascos, detrás tuyo. Si tres personas te llaman burro, ponte una silla de montar”. 
Recuerda que el hombre permanece en el rincón de la oscuridad por temor a que la luz de la verdad le deje ver cosas que derrumbarían sus conjeturas.
Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio. Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final. 

"Somos lo que fuimos, lo que nos dejaron ser, lo que quisimos ser, lo que heredamos y moldeamos para bien o para mal. A cierta edad somos ya más una parte de nuestro propio pasado y un poco menos de nuestro propio presente y futuro. Entiendo y comprendo mi propio ser cuando me veo en el espejo y escudriño mis canas más que incipientes, las arrugas de mi piel, las marcas de mi vida, las cicatrices del ayer, el peso de un cuerpo ya cansado, el alma herida de una vida ya vivida. Soy un producto del ayer, del recuerdo de los años ya vencidos. Soy casi en mi totalidad una parte más de la historia y un espacio cada día más diminuto de un futuro que aún ha de llegar para acumular experiencias, vivencias y sentimientos que han de llenar mi peregrinar en esta vida.
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Miro adelante para seguir vivo, para continuar mi camino, pero el horizonte se ve más próximo y cercano. El recorrido aún pendiente se acorta cada día, la meta se sospecha más próxima, y el final se adivina con una mayor certeza. Mis ojos ven más allá por los más jóvenes que me rodean, a través de ellos extiendo un tiempo que en poco ya no será mío, con ellos vivo por adelantado lo que a mi no me ha de llegar, por ellos imagino un futuro que me será negado y que obtendré como premio en la extensión de sus vidas. Me complace la juventud ajena, me gusta la compañía de los que aún no han cruzado el meridiano de sus vidas, disfruto de sus ilusiones, de sus capacidades, de sus fuerzas e ímpetus, de sus rebeldías, de sus sueños y quimeras. Hago mías parte de sus vitalidades, cual parásito sin desgaste propio me alimento de sus fuerzas, y como tronco arrastrado por la corriente dejo que sus empujes me lleven a la calma de un mar dormido que espera en su inmensidad la llegada del fin de otra vida.
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No me quejo, y sé que el camino por recorrer aún no será corto. Sé lo que soy porque entre mis verdades y mis mentiras reconozco mi historia, mi pasado. Entendí mi vida ya hace tiempo, nunca he dejado de mirar atrás buscando mis raíces, conociendo mis principios. Nunca he permitido que mi equipaje lastrara mis siguientes pasos, he caminado un sendero a veces elegido por mi y algunas otras descubriéndolo sobre la marcha. El libro de mi vida está muy avanzado en sus capítulos, pero antes de llegar a su epílogo quedan algunas páginas por escribir." 

Antonio Banderas 

bibliografia : adaptación de internet en mi propia vida

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