Todos tenemos un GRAN HERMANO dentro
"¡quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza!”
La sobreexposición en las redes revela la poca importancia que se le da a la privacidad
Las redes sociales no sólo han revolucionado la manera en que nos comunicamos, sino que además han facilitado el acceso a información personal. Muchos usuarios desconocen las políticas de privacidad de los servicios y la manera de configurar su exposición pública en la red. Los españoles somos especialmente abiertos en estos medios, comparado con el resto de los europeos. Un estudio realizado por la empresa secure.me indica que el 52% de los hombres y el 33% de las mujeres de nuestro país tienen un perfil público en Facebook, haciéndonos particularmente vulnerables al robo de identidad y datos personales.
EFECTOS DE LAS REDES SOCIALES
Las investigaciones conducidas por la Universidad de Harvard indican que al compartir información el cerebro activa la región que controla las recompensas neuroquímicas, y su efecto es mayor cuando revelamos información relacionada a nuestros intereses: películas interesantes, canciones favoritas, pensamientos…Estos resultados, indica el científico social Sherry Turkle, sugieren una pérdida del sentido de compartimentación, es decir la capacidad de separar el ámbito personal del público.
Este fenómeno de sobreexposición en las redes, sostiene la socióloga Elizabeth Bernstein (Wall Street Journal), no sólo se relaciona con el estilo de vida moderno, sino que además revela la poca importancia que se le da a la privacidad. Asimismo, muchos individuos controlan su ansiedad revelando información personal y sentimientos en los medios sociales.
Nuestro cerebro posee un mecanismo de autorregulación que se acciona para intentar impresionar al otro e intentar aparentar interesantes y atractivos. De este modo, al centrar nuestra atención en intentar atraer al otro, el cerebro deja de prestar atención a la información que revelamos, y perdemos la capacidad de filtrar nuestros pensamientos.
Este fenómeno de sobreexposición en las redes, sostiene la socióloga Elizabeth Bernstein (Wall Street Journal), no sólo se relaciona con el estilo de vida moderno, sino que además revela la poca importancia que se le da a la privacidad. Asimismo, muchos individuos controlan su ansiedad revelando información personal y sentimientos en los medios sociales.
Nuestro cerebro posee un mecanismo de autorregulación que se acciona para intentar impresionar al otro e intentar aparentar interesantes y atractivos. De este modo, al centrar nuestra atención en intentar atraer al otro, el cerebro deja de prestar atención a la información que revelamos, y perdemos la capacidad de filtrar nuestros pensamientos.
UNA PERSONALIDAD ALTERNA EN LA RED
Según el presidente de Marketing de la Universidad de York, Russell W. Belk, quién realizó una investigación para descubrir por qué las personas reservadas en la vida real suelen ser extremadamente abiertas en Internet.
Sus descubrimientos indican que las redes sociales crean una imagen ilusoria y compleja de quienes somos, separándose de la realidad. Internet brinda la posibilidad de elaborar una personalidad alterna diferente.
Desinhibe puesto que la comunicación es virtual, no presencial. Al compartir en la red no puedes percibir la reacción del otro, a diferencia de lo ocurre en persona. Si bien eres una persona más que comparte en una amplia red, existe la posibilidad de que miles puedan leer lo que escribes.
Esta nueva construcción de personalidad puede ser totalmente distinta a quienes somos en la realidad. Si bien puede resultar terapéutico para alejarse de los problemas cotidianos e introducirse en un universo diferente, también puede implicar una necesidad subyacente de hacerse notar.
Desinhibe puesto que la comunicación es virtual, no presencial. Al compartir en la red no puedes percibir la reacción del otro, a diferencia de lo ocurre en persona. Si bien eres una persona más que comparte en una amplia red, existe la posibilidad de que miles puedan leer lo que escribes.
Esta nueva construcción de personalidad puede ser totalmente distinta a quienes somos en la realidad. Si bien puede resultar terapéutico para alejarse de los problemas cotidianos e introducirse en un universo diferente, también puede implicar una necesidad subyacente de hacerse notar.
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