domingo, 22 de septiembre de 2019

Ocuparse de uno mismo es ser egoísta ? MINDFULNESS 1 jb

MINDFULNESS 1 , para poder DAR tienes que tener

“La manera como actúas cuando estás solo afecta el resto de tu vida”, Chögyam Trungpa Rinpoche

En general, tenemos (o creamos) pocas oportunidades para estar solos. Estamos tan viciados en los estímulos del mundo externo que automáticamente nos ligamos a estos aún cuando estamos a solas.
Cada uno sabe lo que hace para mantenerse ligado al mundo externo cuando está solo: ver televisión, hablar por teléfono o entrar en el Facebook… El punto es que la manera como nos ocupamos de nosotros es lo que nos lleva a tener experiencias de placer o de dolor con el mundo externo.


En general, dejamos la mente suelta como un caballo salvaje que corre según sus hábitos e instintos. Si estamos habituados a sentir emociones negativas como rabia, miedo, celos, no nos damos ni siquiera la oportunidad de sentir algo como confianza, empatía o fuerza de superación. Ya nos sentimos derrotados en el primer golpe.

El secreto está en saber consultarse internamente antes de actuar impulsivamente. Cuando tomamos las riendas de nuestra mente sin frenos, desarrollamos la capacidad tanto de intuir como de discriminar los sentimientos que debemos seguir y redirigir aquellos que nos llevan a actuar generando más sufrimiento.

Jack Kornfield describe en su libro “Psicología do Amor”
los cuatro principios transformadores que el budismo nos inspira a seguir delante del dolor emocional: reconocimiento, aceptación, investigación y no identificación.


Por ejemplo, cundo estamos irritados. El simple hecho de reconocer nuestra irritación como un asunto de ámbito interno ya nos libera de las expectativas ajenas de nos calmar.

La irritación es la energía mal parada, mal elaborada, mal dirigida. Nuestra mente esta oprimida, sin espacio, sofocada. Sentimos calor y palpitaciones en el corazón. Cualquier estímulo surge como una provocación: ¡queremos distancia, espacio y tiempo! Al darnos cuenta de nuestra irritación como algo que precisamos resolver “en nuestra propia casa” pasamos de un estado estancado hacia la libertad de poder cambiar.

Una vez que reconocemos donde estamos, no sirve querer salir corriendo, como si fuese posible huir de nosotros mismos. Al aceptar lo que percibimos que está sucediendo en nuestro interior, adquirimos un estado sutil de relajación que nos da condiciones de mirar más claramente donde nos encontramos.

En este sentido, aceptar no significa acomodarse a la situación, pero, si, posicionarse delante de un nuevo punto de partida.

Cuando recuperamos la capacidad de quedarnos delante de la emoción destructiva, podemos observarla. Investigar significa mirar más plenamente tanto lo que pasa en nuestro cuerpo como en nuestra mente.

Cierra los ojos para percibir mejor la parte del cuerpo que está más afectada con el sentimiento de irritación. Mientras respiras, focaliza esta región, abriéndote para ver los pensamientos y sensaciones que surgen espontáneamente. En la medida en que reconocemos nuestro sentimientos, nos abrimos nuevamente a aceptarlos. En seguida, investigamos la naturaleza de esas emociones. ¿Será que esta experiencia es tan solida cuanto la que estamos sintiendo? Sabemos que la irritación es un estado pasajero, por más largo que dure. Al investigar cómo nos fijamos a esta experiencia, pasamos a comprender como salir de ella.

En el momento en que dejamos de agarrarnos a la emoción negativa como nuestra única posibilidad de existencia, pasamos a no identificarnos más con ella, así, completamos el ciclo de transformación.

Jack Kornfield, aclara: “la no identificación significa que paramos de considerar la experiencia como “mía”. Nosotros vemos como nuestra identificación crea dependencia, ansiedad y falsedad. Al practicar la no identificación, adquirimos en relación a cada estado, experiencia e historia:” ¿Eso es lo que realmente soy?” Vemos el carácter provisorio de esa identidad. Entonces, estamos libres para renunciar y reposar en la propia atención”.

Siguiendo estos cuatro pasos, podemos tornar en verdaderos estados de transformación nuestros momentos de soledad!

Ocuparse de uno mismo es ser egoísta ?


«Ser valiente para mirar en tu interior, analizarte, sentirte y llegar a respetarte y quererte no está relacionado con la vanidad, la arrogancia, el engreimiento ni el egoísmo, actitudes más cercanas al miedo que al amor. Todo lo contrario, quererse es ser generoso con uno mismo y el único modo de serlo con el mundo»

Una de las normas éticas y morales que la sociedad de hoy en día establece es la de la ayuda al prójimo, la asistencia a aquella gente que lo pueda necesitar. Dada la relevancia y la importancia que ostenta esta premisa dentro de la propia sociedad, esto es algo que se empieza a inculcar a los niños en el seno familiar desde que son bien pequeños, y posteriormente se va extendiendo esta idea al contexto social. De este modo, al tratarse de una norma que se introduce desde edades bien tempranas, ésta se suele presentar de un modo muy arraigado y consolidado dentro de los pensamientos y valores adultos.
Tanto es así, que en numerosas ocasiones se observa que esta idea parece ser incompatible con la del propio auto-cuidado y con el ocuparse de uno mismo, ya que, siguiendo el principio de generosidad que parece que opera en la sociedad, “si me ocupo de mi mismo no lo puedo hacer del resto y entonces puedo ser egoísta”. Con esto, ante la posibilidad de poder caer en el egoísmo, aspecto que la sociedad rechaza y por extensión es posible quedar excluido, “prefiero no ocuparme de mí mismo y hacerlo siempre del resto, ya que lo importante y lo primero deben de ser los demás”.

No obstante, es posible observar que en sujetos que llegan a pensar de este modo tan rígido y poco flexible, se comience a experimentar un determinado malestar en algún punto de su trayectoria vital por algunos motivos como los que se enumeran a continuación:
§  El situar al resto siempre por delante de uno mismo hace que la persona se vea como merecedora de menos importancia, como intérprete de un papel secundario, con lo que su propio auto concepto es posible que quede resentido.

§  Dado que la misión de estas personas es la de ayudar y estar pendientes del resto, dentro de la relación interpersonal adoptan esta función olvidándose de sí mismos y haciendo ver que parecen no necesitar nada, por lo que los demás aprenden a no dárselo, con lo que las relaciones se convierten en algo de una sola dirección y no recíprocas.

§  Al no estar acostumbrado a cuidarse y “escucharse”, pueden aparecer sentimientos de frustración al no saber uno mismo lo que se quiere o desea.

De este modo, las personas con esta idea tan carente de flexibilidad, a menudo parecen quedar atrapadas en una situación en la que parece que hagan lo que hagan están destinadas a sentirse mal ya que “si me ocupo solo del resto y no lo hago de mi mismo me siento mal, y si me ocupo únicamente de mí, no lo hago del resto y soy egoísta con lo que igualmente sufro”.

Dado este aparente callejón sin salida, en estos casos resulta imprescindible que estas personas logren conseguir entender que fruto de la rigidez de su idea se ha caído en un funcionamiento igualmente rígido y viceversa. Así, el trabajo se centra en la posibilidad de darse cuenta de que ambas opciones son posibles y sobretodo válidas, es decir, es factible una flexibilidad cognitiva que permita a uno mismo tenerse en cuenta y escuchar las propias necesidades y deseos sin caer en el egoísmo, al tiempo que se puede tener en cuenta al de al lado y ayudarle.
cuáles son las ventajas de prestar atención a las propias necesidades

-MEJORA LAS RELACIONES SOCIALES. ...
-FACILITA EL VÍNCULO SENTIMENTAL. ...
-POTENCIA EL LIDERAZGO EN EL ENTORNO LABORAL. ...
-BENEFICIA LA SALUD. ...
-PROMUEVE LA FELICIDAD.


"He pasado mucho tiempo de mi vida haciéndome pedazos a mi mismo para mantener a los demás COMPLETOS.
Ahora , me hago COMPLETO A MI MISMO para no hacer PEDAZOS a nadie."
Juan Barberá

2 comentarios:

  1. Totalmente cierto. Cuantas personas con baja autoestima hacen promesas y tratan de quedar bien con todo el mundo. Al final, ni quedan bien, ni pueden hacer todo lo que cumplen y se frustan y frustan a los demás.
    Para poder dar lo mejor, hay que estar bien primero con uno mismo.

    ResponderEliminar

ÚLTIMAS NOTICIAS

¿Qué puedo hacer para adquirir CONSTANCIA y DISCIPLINA deportiva?

Seguro que a ti también te ha pasado, alguna vez que otra, que has querido tirar la toalla, creyendo que no podías tener constancia y conseg...